Así ha evolucionado la televisión desde su nacimiento hasta la actualidad
La televisión ha sido un dispositivo revolucionario desde su creación y la evolución del aparato ha conseguido adaptarse a todos los tiempos, desde la Segunda Guerra Mundial y hasta la Revolución Digital en la que estamos inmersos.
La televisión se ha convertido en una herramienta más de nuestra rutina, pero lo cierto es que no lleva tanto entre nosotros. El primer aparato considerado televisión apareció en 1928 bajo el nombre de Octagon y usaba una tecnología de disco que mandaba imágenes a su pantalla de 3 pulgadas. No tuvo producción en cadena y emitió lo que se considera la primera serie dramática de la televisión: «The Queen’s Messenger». Aunque antes de este dispositivo hubo varios intentos de emisión de imágenes en movimiento, tanto fallidas como con éxito.
Desde que se descubrió la televisión han tenido lugar una serie de adelantos tecnológicos y apuestas industriales. Se trata de un aparato conocido mundialmente, pero pocos saben que se define como dispositivo que opera como un terminal de recepción de información enviada por cable, satélite u ondas herzianas, comúnmente conocidas como píxeles.
Antecedentes a la televisión
No es desconocido que antes del desarrollo de la televisión llegaron al mundo otro tipo de aparatos electrónicos y tecnológicos. Estos formaron una parte importante a la hora de definir lo que hoy conocemos como televisión, ya que están compenetrados de una forma u otra.
Fotografía y cine
En el siglo XIX se logró conservar la imagen y ponerla en movimiento. La fotografía había conseguido inmortalizar momentos y, con investigación e innovación, dichas inmortalizaciones cogieron forma para que, a final de siglo, se reprodujeran en una serie de fotografías que se sucedían unas a otras con personajes en movimiento dando lugar al cine.
El teléfono
Uno de los grandes descubrimientos del siglo XIX fue la capacidad de transmitir la voz humana codificada en impulsos eléctricos. Antonio Meucci fue el primer inventor de este revelador dispositivo, aunque Graham Bell, en 1876, fue quien logró popularizarlo.
La radio
Por último, tenemos el dispositivo por excelencia de finales de siglo. La transmisión de ondas electromagnéticas mediante la manipulación de campos eléctricos fue posible gracias a Maxwell Hertz, Tesla y Marconi. El desarrollo de este dispositivo cambió la forma de vida de las personas, que lograron estar informadas casi a tiempo real.
Orígenes de la televisión
Como ya hemos comentado anteriormente, el primer dispositivo considerado televisión nació en 1928, aunque antes de esta fecha hubo varios intentos fallidos. La tecnología descubierta en 1925, la cual trataba de sincronizar dos discos de Nipkow, se empleó en las primeras transmisiones de televisión. En 1925 tuvo lugar la primera experiencia televisiva exitosa. La innovación llegó por si sola desde entonces y fue desarrollando mejoras en el aparato que han acabado en lo que ahora conocemos.
El primer aparato que se comercializó como televisión se trataba de radios que contaban con un tubo de neón detrás de un disco de Nipkow, el cual producía la imagen del tamaño de una estampilla. En 1931 se inventó el iconoscopio, un tubo eléctrico que permitió reemplazar a todos los demás sistemas televisivos, gracias a un mosaico electrónico compuesto de miles de células fotoeléctricas independientes en tres finas capas. Fue un momento revolucionario porque apareció la televisión eléctrica.
Más adelante tuvo lugar el sistema de tubos de rayos. Con este nuevo descubrimiento se consiguieron alcanzar mejores resoluciones y velocidades. Fue obra de Telefunken en Alemania, aunque las principales potencias no tardaron en plagiar el formato. Durante la Segunda Guerra Mundial ya se habían vendido de forma masiva los dispositivos televisivos, tanto en Reino Unido, como en Alemania. Aunque por aquel entonces, prácticamente era la gente adinerada la que se podía permitir un televisor en su vivienda.
Fue después de la guerra, a mediados del siglo XX, cuando verdaderamente comenzó la era dorada de la televisión. Surgieron estaciones de emisión en cada país y se creó Eurovisión, en 1953, para conectar a los países europeos. Hubo un mismo intento de hacerlo mundial, pero «Mundovisión» no tuvo tanto éxito.
Desde el principio se había planeado que la televisión tuviera color en sus imágenes, pero este deseo no se hizo realidad hasta mucho después de su lanzamiento comercial. El Sistema Secuencial de Campos fue el primer caso de color en las imágenes televisivas con éxito, creado en 1948. Aun así, el sistema no se adaptó de forma masiva hasta 1950, cuando empezó a conceder la novedad a las televisiones ya vendidas. En los 70 todas las televisiones poseían color, aunque las monocromáticas no desaparecieron del todo.
La rápida evolución de la televisión
Todos los hogares del mundo recibieron, antes o después, a la televisión con los brazos abiertos. La radio, dispositivo por excelencia para la información, pasó a un segundo plano y fue reemplazada. Además, la información dio un cambio drástico con la aparición de la televisión en cuanto a inmediatez, así como un poder superior y mayor responsabilidad a los medios de comunicación.
Con la llegada de la tecnología espacial y los satélites, la televisión volvió a dar un giro de 180 grados ya que su distribución pasó a ser mucho más sencilla, ágil, veloz y efectiva. Además, la programación extranjera también fue posible gracias a este nuevo fenómeno, aunque requerían instalación de antenas parabólicas en el techo de los edificios.
A partir de 1980, la revolución digital afectó también a la televisión, aparato que fue expulsado hacia la digitalización. La nueva era tecnológica permitía mayor capacidad de transmisión de datos, mejor resolución y el aprovechamiento de la potencia de procesamiento del mundo computarizado. De esta manera, la digitalización llegó a la producción de vídeo, como a la transmisión del mismo, tanto por satélite, cable y radio frecuencias terrestres.
Con la llegada del nuevo milenio, se comenzaron a comercializar las televisiones LCD, más finas y con mayor resolución. La nitidez, el rango de color, la inteligencia artificial, la conexión a internet, la tecnología 3D y la resolución 8K fueron algunos elementos novedosos que hicieron a la televisión aun más presente en la rutina de cada familia.
Se trata de un dispositivo que se ha adaptado a los nuevos tiempos y a la revolución digital de manera extraordinaria. Ha cumplido con las expectativas y ha satisfecho nuestras necesidades en cuanto a este dispositivo. Una de las últimas grandes revoluciones de los televisores fue la popularización de las Smart TV, con un volumen de color 100% para reproducir una imagen a resolución 4K y conexión sin cable junto a un diseño especialmente cuidado. Aunque su objetivo y función no haya variado a lo largo de los años: informarse, comunicar y entretener.
Este concepto se traduce en la implementación de otro tipo de dispositivos y pantallas que están ganando popularidad, especialmente entre los más jóvenes. La televisión ha dejado de ser la protagonista, o más bien, ha empezado a compartir protagonismo con nuestros Smartphones y tabletas dando lugar a los hábitos multipantalla.
En resumen, desde que la televisión vio la luz, su diseño se ha ido modificando hacia un formato rectangular y la forma de mueble de los televisores se fue eliminando. Las pantallas se han ido aplanando y se ha pasado a una calidad de imagen muchísimo mayor acompañada de sonido de calidad. Algunos expertos apuntan que el futuro de las televisiones pasará por pantallas enrollables y mayor resolución, así como pantallas giratorias para ver el contenido en vertical. El futuro es siempre incierto, pero la innovación y tecnología hará que pronto se convierta en presente.
Fuente: Marketing Directo